Renfe se enfrenta en los próximos años al reto de llevar la accesibilidad a toda su red. Y ya está dando pasos, entre ellos, la formación de su personal. En este contexto, el pasado 14 de octubre se celebró el seminario ‘Accesibilidad en Estaciones de Cercanías. Visión Autoprotección’ en el centro de formación ubicado en el complejo Las Caracolas, junto a la Estación de Chamartín, en Madrid.
El objetivo era ampliar los conocimientos necesarios para la aplicación de los requerimientos normativos en materia de Accesibilidad desde la visión de la Autoprotección en estaciones de Cercanías y para ello se contó con la presencia de ponentes de diferentes entidades y empresas, como Fundación para la Accesibilidad y la RS, creadora de la certificación de accesibilidad AIS (Sistema Indicador de Accesibilidad).
Bajo el título ‘Accesibilidad. Requerimientos. Visión y Responsabilidad Social’, Esther Bienes Pinedo, Presidenta de la Fundación, transmitió que la accesibilidad debe ser entendida de manera integral, en sus tres dimensiones física, sensorial y cognitiva, y desde la óptica de la usabilidad, seguridad y comodidad en la prestación del servicio.
Precisamente, centrar el concepto de prestación de servicio en el ámbito de la accesibilidad fue uno de objetivos de la charla. En el caso concreto de una estación de Cercanías se estudió que el servicio principal es la venta de billetes y tomar el tren; y el servicio secundario, restauración o compras, en el caso de haber zonas habilitadas para ello. Así, la accesibilidad debe facilitar el acceso de todas las personas a los dos servicios principales: entrar en la estación, identificar y llegar al punto de información y/o venta y los dispositivos de comunicación que allí se usen; así como la identificación y el acceso a las vías del tren, la información de llegadas y salidas; y las rutas de evacuación.
Este orden en las actividades que realizan los usuarios al interactuar con el entorno permite priorizar las acciones a realizar y facilitan que no se caiga en la saturación informativa, que en ocasiones puede ser más problemática a nivel cognitivo.
Trabajar por fases
Además, Esther Bienes planteó la necesidad que trabajar por fases la accesibilidad en la red de estaciones de Cercanías:
1️⃣ Análisis del estado de la situación de toda la red.
2️⃣ Identificación de estaciones prioritarias.
3️⃣ Calendarización por etapas de los cambios o mejoras.
La presidenta de la Fundación presentó las categorías evaluadas por la Norma AIS 1/2018 como punto de partida para estudiar las estaciones: itinerario horizontal y vertical, servicios, comunicación e información, evacuación, movilidad reducida, y sensorial y cognitivo. Y trabajó como ejemplo práctico con los itinerarios accesibles lanzando preguntas a los asistentes:
✔¿Qué es un itinerario accesible?
✔¿Qué puntos vamos a enlazar?
✔¿Cuántos itinerarios vamos a marcar?
✔¿Cómo ‘fabricamos’ nuestro itinerario accesible?
✔¿Cómo vamos a lograr que los usuarios de nuestra estación lo entiendan y lo usen?
Entre los aspectos a considerar en la creación de un itinerario accesible destacó el trazado, el espacio de maniobra, la protección de impacto, las pendientes admitidas, los pavimentos, la señalización, la información previa de origen y destino del itinerario, dónde informamos de su existencia y a quienes y qué pasa cuando debe haber más de un itinerario, entre otros.