La accesibilidad es fundamental para crear espacios inclusivos y usables para todas las personas. A pesar de esto, existen algunos mitos que pueden confundir o desalentar a quienes buscan que sus edificios, oficinas, eventos… sean accesibles. Vamos a aclararlos.
Mito 1: La accesibilidad en los espacios físicos es muy cara y solo grandes empresas pueden implementarla
Realidad: Aunque puede haber costes asociados, muchas mejoras de accesibilidad son de bajo coste, como es el caso de la señalización adecuada, ajustes en el mobiliario o uso de materiales antideslizantes. Además, la accesibilidad también es una inversión a largo plazo, ya que puede atraer a un público más amplio, mejorar la satisfacción del cliente y reducir riesgos legales.
Mito 2: Solo las personas con discapacidad necesitan espacios accesibles
Realidad: La accesibilidad beneficia a las personas con discapacidad, pero no sola a ellas. Los adultos mayores, los padres con carritos de bebé, las personas con lesiones temporales e incluso viajeros con maletas son usuarias de la accesibilidad. Lo cierto es que la accesibilidad mejora la comodidad y seguridad para todos.
La accesibilidad es imprescindible para el 16% de la población mundial, pero es positiva para el 100%.
Mito 3: Adaptar un edificio antiguo para que sea accesible es imposible
Realidad: Aunque puede presentar ciertos desafíos, existen soluciones adaptadas a edificios históricos, así como sistemas de gestión que facilitan la recepción del servicio. De hecho, la Norma AIS 1/2023 cuenta con una modalidad específica para Edificios Singulares o Protegidos.
Mito 4: La accesibilidad en el espacio físico solo implica construir rampas
Realidad: La accesibilidad incluye una variedad de medidas que van más allá de las rampas, como baños accesibles, señalización en braille y háptica, pasillos y puertas con un hueco de paso adecuado, iluminación, mobiliario… La accesibilidad es un concepto integral que tiene en cuenta el aspecto físico, pero también el cognitivo y el sensorial.
Mito 5: Las personas con discapacidad visual no necesitan señalización en edificios
Realidad: Las personas con discapacidad visual sí necesitan señalización accesible, y pueden beneficiarse de elementos como señalización en braille, mapas hápticos, y sistemas de guiado como Navilens.
Además, el diseño de los espacios con contrastes de color y buena iluminación ayuda a las personas con baja visión a moverse con mayor facilidad.
Mito 6: Cumplir con la normativa de accesibilidad en los espacios físicos es suficiente
Realidad: Las normativas son el mínimo requerido, pero ir más allá de ellas es lo que verdaderamente garantiza que un espacio sea accesible. Los estándares mínimos pueden no cubrir todas las necesidades de accesibilidad de las personas, por lo que es ideal evaluar cómo mejorar la experiencia para todos.
Mito 7: Las personas con discapacidad prefieren no salir y no frecuentan espacios públicos
Realidad: La falta de accesibilidad es lo que limita la movilidad, no la preferencia. Muchas personas con discapacidad desean y necesitan acceder a lugares públicos y privados, pero el diseño de los espacios suele ser una barrera. Crear un espacio accesible permite a más personas participar plenamente en la sociedad.
Mito 8: La accesibilidad disminuye el atractivo estético de un espacio
Realidad: La accesibilidad y el diseño estético no son excluyentes. De hecho, la accesibilidad puede integrarse perfectamente en el diseño estético, logrando un espacio funcional y atractivo. De hecho, la accesibilidad sólo se percibe cuando falta.
Mito 9: La accesibilidad solo es importante para espacios públicos
Realidad: La accesibilidad es fundamental en todos los tipos de espacios, incluyendo oficinas privadas, tiendas, restaurantes, y edificios residenciales. No solo mejora la experiencia del usuario y aumenta el valor del inmueble, sino que también es un reflejo del compromiso de inclusión de la empresa o propietario.
Además, las personas con discapacidad tienen que poder desarrollarse laboralmente, tener acceso a la educación, a la sanidad, a la justicia… En definitiva, tener una vida plena con igualdad de oportunidades.
Mito 10: No se puede hacer nada una vez que el espacio ya está construido
Realidad: Existen muchas soluciones de accesibilidad en el espacio físico que pueden implementarse después de la construcción. Desde rampas hasta señalización, ajustes de iluminación, y mobiliario adaptado, hay opciones que permiten hacer más accesible un espacio sin necesidad de remodelarlo por completo.