Cuando hablamos de accesibilidad, solemos pensar en rampas, ascensores o señalización adaptada. Pero la realidad es mucho más amplia: un servicio accesible es aquel que puede ser recibido o prestado por cualquier persona, con el mayor grado de autonomía posible.
Y no solo se trata del usuario. También importa que quien presta el servicio –sea una persona o una organización– pueda hacerlo sin limitaciones.
Accesibilidad más allá del espacio físico
Un entorno puede estar técnicamente adaptado, pero si la experiencia del servicio falla, la accesibilidad queda incompleta. Imaginemos un aeropuerto: puede tener instalaciones accesibles, pero si las pantallas no ofrecen información clara, o si acceder al avión requiere ayuda externa, entonces el servicio no es realmente accesible.
Muchos servicios combinan espacios físicos, plataformas digitales y productos. Por eso, la accesibilidad debe abordarse de forma global.
AIS: accesibilidad 360º
Ante esta necesidad, AIS ofrece una solución única: un sistema que evalúa y garantiza la accesibilidad de los servicios desde una perspectiva 360º. Para ello, cuenta con tres normas complementarias que permiten valorar de manera coherente todos los entornos implicados en la prestación de un servicio:
- Estándar AIS 1/2023: Accesibilidad en espacios físicos.
- Estándar AIS 2/2023: Accesibilidad en entornos digitales.
- Estándar AIS 3/2023: Accesibilidad en productos.
Este enfoque integral permite a empresas, administraciones y organizaciones detectar puntos críticos, implementar mejoras y, sobre todo, garantizar una experiencia accesible de principio a fin.