El pavimento podotáctil es un sistema de señalización que se instala en el suelo para orientar y guiar a personas con discapacidad visual, a través del sentido del tacto mediante los pies o el bastón blanco. Este sistema de guiado está incluido en la valoración de los espacios físicos del certificado AIS a través de 24 requisitos específicos en la materia de la Norma AIS 1/2023.
Este sistema cumple varias funciones esenciales como posibilitar la orientación, prevenir riesgos, y fomentar la autonomía y la inclusión:
- Orientación: Indica rutas seguras y accesibles para desplazarse por espacios exteriores o interiores.
- Prevención de riesgos: Alerta sobre obstáculos, desniveles o peligros (escaleras, cruces, bordillos).
- Autonomía e inclusión: Permite que las personas con discapacidad visual se desplacen de forma más independiente; favoreciendo entornos más seguros y cómodos para todas las personas.
¿Cuántos tipos de pavimento podotáctil existen?
Existen dos tipos principales de señalización podotáctil, fácilmente reconocibles tanto al tacto como a la vista:
1. Acanaladura (Pavimento de dirección o encaminamiento)
Son unas bandas longitudinales en relieve que guían a la persona con bastón, indicando el camino a seguir. Puede encontrarse en pasillos, andenes, aceras, plazas…
El usuario puede seguir las bandas con el bastón o con los pies, manteniéndose orientado en línea recta.

2. Botones (Pavimento de advertencia o de detención)
Los botones son puntos en relieve dispuestos regularmente para alertar o advertir de un posible peligro o de un cambio de dirección. Suele instalarse en vados peatonales, isletas, al final de una ruta guiada, en los andenes de las estaciones. También debe colocarse en escaleras y rampas (a excepción de España, cuya legislación pide en este caso el uso de acanaladura).

Este tipo de pavimento indica a la persona con discapacidad visual que debe detenerse, prestar atención o que se aproxima una toma de decisión, como un giro, un cruce o una entrada.
¿Cómo se instala un pavimento podotáctil?
En su instalación hay que tener en cuenta el material con el que está fabricado, la colocación, el contraste visual y táctil, y si cumple con la normativa.
Sin embargo, implementar correctamente el encaminamiento podotáctil no es solo una cuestión técnica o estética: es una forma concreta de respetar los derechos de accesibilidad, autonomía y seguridad de las personas con discapacidad.
Requisitos AIS para pavimento podotáctil
El certificado AIS de accesibilidad, en su estándar internacional para entorno urbanizado, cuenta con un total de 24 requisitos que verifican las características, la instalación y el uso del pavimento podotáctil en itinerarios horizontales exteriores e interiores, en rampas, ascensores y escaleras.
Más información
- Auditoría de accesibilidad: ¿qué es y en qué consiste?
- Encuentra más información sobre Pavimentos podotáctiles en la web de nuestra Entidad Autorizada Implaser.